Querida amiga:
La distancia puede ser un libro que nadie quiere leer, un chapuzón de agua en el que nadie quiere estar, o un montón de recuerdos que sólo queremos tirar bien lejos donde nunca los veamos pues nos suponen un gran dolor que esperamos que pase pronto como un mal sueño.

Cuando alguien inventó la palabra “amigas” seguramente no pensaba que muchas veces nuestra amiga sería también lo mejor que hay en nuestras vidas.
Probablemente al inventarse la amistad tampoco existía la “distancia” y nadie imaginaba que tendríamos que vivirlo de lejos, como tú y yo.

Cuando las mujeres entregamos nuestro cariño, lo hacemos de una manera tan pura que llegamos al corazón de la otra persona, porque no hay cariño más limpio y sin limitaciones que la de una amiga, una amistad fiel en tiempos de turbulencias, un amor que sin ser de nuestra familia, la adoptamos y para toda la vida.
Con nuestra amiga lo compartimos todo, hasta lo más intimo; muchas veces nos defraudamos de darlo todo, quizás a a quien no se lo mereció, pero aun así vale la pena. Por suerte son más las mejores amigas que mucha familia juntas.

Tú mi amiga eres mi más preciado tesoro, espero no defraudarte nunca,saber estar para escuchar tus risas y secar tus lágrimas.

Recuerda que basta una sola llamada tuya para estar contigo, no importa cuantas distancias pueda haber entre nosotras, siempre buscaremos la manera de llegar al corazón de la otra para consolar o para felicitar los logros.
Te quiero amiga, mi compañera de noches y de largas risas así como también de desconsuelos.
Nunca olvides que nada nos separará, si puedo ayudarte sólo pídemelo. Aunque la palabra distancia la vemos como algo tan grande como un océano, te ruego que de ahora en adelante lo imagines como sólo una piscina, porque tú mi querida amiga estas y permaneces siempre en mi corazón.
Esta amistad es para siempre,
soy tu amiga, tu hermana, y tú para mí lo eres todo...
soy tu amiga, tu hermana, y tú para mí lo eres todo...
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